15/03/2019
A partir de la intervención del orientador del PROCOOP Julio Arredondo, las cooperativas de consumo presentaron 12 proyectos de capacitación y asistencia técnica al programa, superando ampliamente la meta establecida: se apuntaba a concretar cinco proyectos. En la siguiente entrevista, Arredondo repasa las necesidades de capacitación identificadas en el sector, explica los proyectos presentados y cuenta cómo se logró, además, el diseño de un curso a medida en el que participarán varias cooperativas de consumo, en una iniciativa de intercooperación. Además, advierte que faltan propuestas de formación para la actividad comercial enfocadas desde una perspectiva de la economía social.
Según el informe final, la meta establecida en este proceso fue ampliamente superada: hay doce proyectos presentados o por presentar: ocho de capacitación y cuatro de asistencia técnica. ¿Qué significa esto para el sector consumo?
En primer lugar, agradezco esta posibilidad de compartir con el Movimiento Cooperativo y en particular con los cooperativistas de consumo la rica experiencia vivida como Orientador del PROCOOP para la Federación Uruguaya de Cooperativas de Consumo (FUCC).
El Programa de Formación Cooperativa (PROCOOP) es el resultado del convenio y el Reglamento Operativo firmado entre INACOOP e INEFOP en 2016 y en el que contribuye CUDECOOP como socio estratégico. Su finalidad es proporcionar fondos para la formación en cooperativismo así como formación y asistencia técnica profesional. Promueve la asistencia técnica y cursos que desplieguen aprendizajes teórico-prácticos para el fortalecimiento de las cooperativas a través de actividades que involucran a dirigentes, cooperativistas y trabajadores.
El Programa habilita la realización de asistencia y cursos “a medida” de acuerdo a las necesidades detectadas por las cooperativas y también el acceso a cursos ya existentes y prediseñados que ofrecen academias u otras instituciones educativas.
Para el sector consumo, en el momento de transformación que está viviendo, esta posibilidad de subsidiar cursos y asistencia técnica significa una herramienta poderosa para la mejora continua. De hecho todas las cooperativas visitadas se interesaron en los detalles de presentación de los proyectos y las posibilidades de acceder a los fondos del PROCOOP. Ahora, que la mayoría de las cooperativas de consumo ha realizado su primera experiencia de presentación de propuestas al Programa, estamos en óptimas condiciones de profundizar la utilización de los fondos para mejorar su funcionamiento mediante el apoyo y la formación de sus funcionarios, socios y dirigentes.
¿En qué etapa están estos proyectos?
Algunos proyectos han culminado, otros están en desarrollo y a la brevedad comenzará un curso especialmente interesante, presentado conjuntamente por cinco cooperativas de consumo, para formación en cooperativismo y gestión cooperativa de dirigentes y funcionarios, a cargo del Centro Cooperativista Uruguayo.
La valoración de los proyectos culminados y de los que se vienen desarrollando es altamente positiva, venimos recogiendo información sobre el desempeño de cada una de las entidades que brindan el curso o asistencia técnica (ECAS) para acumular conocimiento que nos permita orientar hacia las mejores opciones en función de lo que informa cada cooperativa.
¿Qué reflexión te generan las necesidades de capacitación detectadas en el sector?
Una conclusión que podemos extraer de las entrevistas con los dirigentes cooperativos visitados es que la formación cooperativa debe ser permanente y sostenida en el tiempo, que en la medida que el cooperativismo es un fenómeno social y cultural en constante transformación acompañando la evolución de la sociedad; es necesario que el cooperativismo se constituya en objeto de estudio, de enseñanza y de aprendizaje.
Recogimos la inquietud que sería necesario implementar mecanismos de comunicación a los nuevos socios, que generalmente se incorporan motivados por los servicios y/o el acceso al crédito, sobre las diferencias entre una empresa cooperativa y las de economía capitalista, ya que en general se desconocen los principio y valores cooperativos, y como consecuencia no se sienten motivados a ser parte de las instancias de participación democrática que caracterizan a los emprendimientos cooperativos.
Hemos detectado una dificultad específica para encontrar opciones educativas adaptadas a los emprendimientos cooperativos. Cuando se busca formación en temas como comercio minorista, marketing, gestión del crédito, gobernanza o legislación laboral encontramos que las ofertas se centran en un enfoque mercantilista de acumulación de capital y no en una visión de economía social.
Fue muy positiva la participación, en algunos casos, de los trabajadores a través de sus organizaciones sindicales para identificar necesidades e impulsar la participación de los funcionarios en las acciones emprendidas.
¿Qué dificultades veían las cooperativas para presentar proyectos al Procoop?
En principio el desconocimiento de la herramienta, de sus posibilidades y alcances. Si bien todas las federaciones habían recibido y retransmitido la información no había una cabal percepción de qué se podía proponer y para qué se podía solicitar el apoyo económico.
Tampoco había conocimiento de la nómina de ECAS habilitadas para brindar sus servicios ni que las cooperativas pueden proponer una institución aunque no esté en ese listado.
El llenado de los formularios por parte de la cooperativa y de la institución contratada requirió, en algunos casos, el asesoramiento directo, ya que se solicitan datos con un nivel de detalle que no siempre está disponible. Hemos propuesto en reuniones con el equipo coordinador la simplificación de esos formularios y por supuesto que nos ponemos a disposición de las cooperativas para apoyar en esa etapa.
También se trabajó sobre la identificación de necesidades que no siempre aparecen en una primera lectura de la realidad, sobre ese aspecto habrá que continuar profundizando con los directivos, cargos ejecutivos y funcionarios.
En tu informe se mencionan experiencias de intercooperación y puntualmente la elaboración de un curso a medida en el que participarán funcionarios de varias cooperativas. ¿En qué consiste?
Se trata de un curso de cooperativismo y gestión cooperativa enfocado específicamente al cooperativismo de consumo que brindará el Centro Cooperativista Uruguayo, entidad de larga trayectoria en el apoyo al cooperativismo.
El proyecto fue presentado por cinco cooperativas de nuestra Federación Uruguaya de Cooperativas de Consumo y aprobado por el Comité de Gestión del PROCOOP. Se implementará a partir de marzo en la sede del CCU con calificados docentes y con una dinámica teórico-práctica de trabajo colaborativo en equipos de los dirigentes y trabajadores participantes.
Además de implicar una acción intercooperativa probablemente inédita, este proyecto tiene la virtud de generar vasos comunicantes entre las cooperativas y los cooperativistas implicados. La intercooperación se construye a partir del conocimiento y la confianza entre los directivos, funcionarios y socios de cada entidad de base, siendo un curso de estas características una oportunidad formidable para crear esos lazos que cimienten futuros emprendimientos conjuntos.
